El ser humano está dotado de libertad. La conducta humana no se rige por el instinto, sino por la voluntad, que es una facultad superior.
Sinceramente, no existe tal cosa como la homosexualidad innata: Se tiene una propensión mayor a ser influido por el ambiente social, de ahí que muchos chicos y chicas piensen o crean que son homosexuales, cuando en realidad es la sociedad quien les ha hecho creer eso.
Bien dices que la vida de una persona homosexual es un infierno, y te lo puedo confirmar por cuanto que yo lo viví: Existe mucha promiscuidad, las relaciones revisten un profundo vacío existencial, se busca la complacencia de otro ser humano, pero no su amor. En fin, lo que impulsa a una relación es el miedo a la soledad, no el amor (aunque a veces lo parezca)
Como creyentes, nosotros tenemos la certeza de que Dios nos ama profunda e infinitamente, de modo que no desea la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva. ¿Acaso pensaste que Cristo Jesús vino para morir en la cruz sólo para salvar a los buenos? ¡Él vino por todos, buenos y malos (quizá más por estos últimos de nosotros)! Nos plantea que la muerte no tiene lugar, que hay algo mejor que un simple placer pasajero: Una verdadera tierra prometida donde habitaremos en paz por siempre.
Si por el pecado de Adán el cielo fue cerrado, con el amor de Cristo volvió a quedar abierto para todos. Es una nueva alianza en la cual Cristo se ha comprometido a salvarte, a salvarme. Todo es posible para Él, y todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Flp 4,13): incluso, vencer la mentira de la homosexualidad, ya para vivir en castidad, ya para casarme con una mujer y formar una familia, y para ser feliz de cualquier manera.
Un fuerte abrazo. No pierdas la esperanza que no defrauda. Cuenta tus bendiciones ;)